Los tres animales con más edad son almejas, por lo que se investiga cómo éstas luchan contra el paso del tiempo
Londres (EFE).- Su infancia transcurrió mientras "Don Quijote" veía la luz en España y la dinastía Ming reinaba en China: ahora, cuatrocientos años después, una almeja descubierta en la costa de Islandia puede ser el animal más longevo del planeta. Este valioso ejemplar, que pertenece a la especie Arctica Islandica, ha sido hallado por un equipo de científicos de la Facultad de Ciencias del Mar de la Universidad de Bangor, en Gales, en el marco de un programa para estudiar los cambios climáticos registrados en el último milenio.
Hasta ahora, el récord de longevidad lo ostentaba otra almeja de Islandia, que vivió durante 374 años, aunque oficialmente el que reconoce el libro Guinness es el establecido también por otra almeja, descubierta en aguas americanas y que vivió durante 220 años. Ambas marcas, en cualquier caso, han sido pulverizadas por Ming, como ha sido apodado este nuevo ejemplar por la prensa británica en referencia a la dinastía que regía en China cuando nació.
Tras contar las líneas de su concha, los científicos establecieron que este longevo ejemplar puede presumir de haber vivido entre 405 y 410 años en las gélidas aguas de la costa norte de Islandia, lo que supone que ha superado al anterior propietario del récord en treinta años. Es decir, que Ming era una "chavala" cuando William Shakespeare escribía Hamlet u Otelo y en Europa se libraba la Guerra de los Treinta Años, como explicó a Efe uno de los investigadores que han participado en el estudio, Al Wanamaker.
El hecho de que el "podium" en longevidad animal esté ocupado por tres almejas tiene intrigado a los científicos de Bangor, que creen que esta especie puede haber desarrollado sistemas de defensa excepcionalmente eficaces contra los procesos degenerativos asociados a la edad. "Si en la Arctica Islandica la evolución ha creado un modelo de resistencia exitoso al daño causado por el envejecimiento, es posible que una investigación de los tejidos de esos auténticos 'matusalenes' pueda ayudarnos a entender el proceso del envejecimiento", dijo otro de los científicos, Chris Richardson.
Además los investigadores creen que todavía pueden encontrarse ejemplares con edades aún superiores, no sólo en aguas de Islandia, que parecen contar con las condiciones ideales para esta extrema longevidad, sino también en el mar de Irlanda y en el mar del Norte. Wanamaker explicó que algunos ejemplares que ya han sido recogidos y que en la actualidad se están analizando podrían deparar resultados sorprendentes.
Los científicos responsables del hallazgo están especializados en estudiar el crecimiento y la edad de las almejas a partir de las líneas que se forman anualmente en sus conchas, de la misma forma que los dendrocronólogos datan la antigüedad de un árbol a partir de los anillos de su tronco. El crecimiento de las conchas de las almejas está relacionado con factores medioambientales, como la temperatura del agua, la salinidad y la disponibilidad de alimento, por lo que los científicos creen que su estudio puede permitir entender los cambios en los océanos vinculados al cambio climático.
De hecho, "Ming" fue hallada durante una expedición de recogida de datos en las aguas de Islandia que formaba parte del proyecto europeo Millennium, que investiga los cambios climáticos producidos durante los últimos mil años. Al margen de las almejas, otros animales conocidos por su longevidad son las tortugas marinas -algunas especies llegan a alcanzar los 180 años de edad- o el erizo de color rojo, que, según algunos estudios, puede llegar a vivir entre 150 y 200 años.
Hasta ahora, el récord de longevidad lo ostentaba otra almeja de Islandia, que vivió durante 374 años, aunque oficialmente el que reconoce el libro Guinness es el establecido también por otra almeja, descubierta en aguas americanas y que vivió durante 220 años. Ambas marcas, en cualquier caso, han sido pulverizadas por Ming, como ha sido apodado este nuevo ejemplar por la prensa británica en referencia a la dinastía que regía en China cuando nació.
Tras contar las líneas de su concha, los científicos establecieron que este longevo ejemplar puede presumir de haber vivido entre 405 y 410 años en las gélidas aguas de la costa norte de Islandia, lo que supone que ha superado al anterior propietario del récord en treinta años. Es decir, que Ming era una "chavala" cuando William Shakespeare escribía Hamlet u Otelo y en Europa se libraba la Guerra de los Treinta Años, como explicó a Efe uno de los investigadores que han participado en el estudio, Al Wanamaker.
El hecho de que el "podium" en longevidad animal esté ocupado por tres almejas tiene intrigado a los científicos de Bangor, que creen que esta especie puede haber desarrollado sistemas de defensa excepcionalmente eficaces contra los procesos degenerativos asociados a la edad. "Si en la Arctica Islandica la evolución ha creado un modelo de resistencia exitoso al daño causado por el envejecimiento, es posible que una investigación de los tejidos de esos auténticos 'matusalenes' pueda ayudarnos a entender el proceso del envejecimiento", dijo otro de los científicos, Chris Richardson.
Además los investigadores creen que todavía pueden encontrarse ejemplares con edades aún superiores, no sólo en aguas de Islandia, que parecen contar con las condiciones ideales para esta extrema longevidad, sino también en el mar de Irlanda y en el mar del Norte. Wanamaker explicó que algunos ejemplares que ya han sido recogidos y que en la actualidad se están analizando podrían deparar resultados sorprendentes.
Los científicos responsables del hallazgo están especializados en estudiar el crecimiento y la edad de las almejas a partir de las líneas que se forman anualmente en sus conchas, de la misma forma que los dendrocronólogos datan la antigüedad de un árbol a partir de los anillos de su tronco. El crecimiento de las conchas de las almejas está relacionado con factores medioambientales, como la temperatura del agua, la salinidad y la disponibilidad de alimento, por lo que los científicos creen que su estudio puede permitir entender los cambios en los océanos vinculados al cambio climático.
De hecho, "Ming" fue hallada durante una expedición de recogida de datos en las aguas de Islandia que formaba parte del proyecto europeo Millennium, que investiga los cambios climáticos producidos durante los últimos mil años. Al margen de las almejas, otros animales conocidos por su longevidad son las tortugas marinas -algunas especies llegan a alcanzar los 180 años de edad- o el erizo de color rojo, que, según algunos estudios, puede llegar a vivir entre 150 y 200 años.
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