LA PAZ (Reuters) - Luego de haber elegido su primer presidente indígena, Bolivia tiene desde el lunes un rey: Julio Pinedo, coronado monarca y reconocido oficialmente como autoridad originaria de la activa comunidad afroboliviana.
La coronación, con ruido de tambores y danzas de marcado acento africano, se realizó en un céntrico hotel de La Paz, donde sin embargo los protagonistas lamentaron la ausencia del invitado principal, el presidente Evo Morales.
Vestido con capa roja sobre una túnica blanca, Pinedo prometió "cuidar por la felicidad y el bienestar de todos los afrobolivianos" tras recibir la corona y el bastón de mando de manos del prefecto (gobernador) de La Paz, José Luis Paredes.
"Bolivia y el mundo tienen que saber que somos un pueblo con cultura e historia, que estuvimos olvidados pero no desaparecidos y que no sólo somos negritos que bailamos en las calles o que resultamos buenos para el fútbol," dijo a Reuters Martha Inofuentes, líder del movimiento afroboliviano, al justificar el acto.
Señaló que Pinedo es descendiente directo de Bonifaz, rey de una tribu del Congo africano que llegó a las ahora tierras bolivianas como esclavo en el siglo XVI, y nieto de Bonifacio, quien reinó sobre la comunidad afroboliviana entre 1932 y 1950.
"Desde la década de 1950 hubo un vacío, pero Julio Pinedo fue reconocido heredero y por tanto rey en su comunidad de Mururata, en Yungas (norte de La Paz), desde 1992, y a partir de ahora es rey de todos los grupos afro de Bolivia," dijo la presidenta del Movimiento Cultural Saya Afro Boliviana.
"Tener rey es el mayor símbolo de nuestra reivindicación cultural y social y tiene para nosotros una incidencia política muy fuerte," afirmó Inofuentes.
Indicó que para los al menos 30.000 afrobolivianos, la figura de Pinedo "representa a partir de ahora el fin del olvido y un símbolo de respeto."
"Nuestro rey no vivirá en un palacio sino que seguirá en su casita humilde de Yungas, cultivando coca y cítricos, pero tendrá el reconocimiento y será nuestro portavoz (...) y a su hijo de 13 años lo cuidaremos como príncipe heredero," agregó.
El reconocimiento a las autoridades originarias de los pueblos indígenas es una de las tareas emprendidas por el Gobierno de Morales, que busca consolidar estos avances en una nueva constitución en actual debate.
"Hemos declarado Tesoro Humano Vivo a la cultura afroboliviana, que es patrimonio cultural de La Paz y de Bolivia," dijo el prefecto Paredes en el acto al que asistieron varios embajadores y delegaciones de indígenas aymaras y quechuas.
Según varios historiadores, la mayoría de los africanos traídos como esclavos para la explotación minera durante la colonización española no soportó los rigores del frío y la altitud sobre el nivel del mar y sus descendientes terminaron confinados en el subtrópico de Yungas.
En las tres últimas décadas, dejaron de ser una curiosidad de Yungas y fueron ganando espacios en la cultura y el deporte, hasta lograr el reconocimiento oficial de la comunidad originaria.
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