La Cordillera de los Andes que va desde el sur de Chile hasta Venezuela, tuvo un abrupto nacimiento hace entre 10 y 6 millones de años, revela un estudio divulgado por la revista "Science".
Esa afirmación, hecha por geólogos de la Universidad de Rochester, en Nueva York, se contrapone a la teoría que señala un nacimiento progresivo y a lo largo de muchos millones de años del macizo andino.
Ese "estallido de crecimiento" puede duplicar la altura de una montaña en un lapso tan corto en términos geológicos como de dos a cuatro millones de años, es decir, mucho más rápido que lo que sugiere la teoría sobre el engrosamiento de las capas tectónicas.
Esa teoría era la base para calcular la edad de un grupo de montañas a través de un estudio de su historia geológica, incluyendo sus fallas y repliegues.
Sobre la base de ese sistema, los científicos habían calculado que la Cordillera de los Andes nació hace unos 40 millones de años.
Sin embargo, según Carmala Garzione, profesora auxiliar de geología en Rochester, ahora será necesario modificar la teoría e incluir en ella el proceso llamado "delaminación".
Carzione y el profesor de geoquímica del Instituto Tecnológico de California, John Eiler, consideraron la "delaminación" para desarrollar nuevas técnicas y calcular la edad de una cadena montañosa.
La teoría de la "delaminación" indica que en vez de erosionarse lentamente, la raíz de una montaña se desprende y cae en el candente manto del interior del planeta.
Libre de ese peso, la montaña se yergue, y en el caso de Los Andes, ese levantamiento fue de unos 4.000 metros en menos de 4 millones de años.
Las nuevas técnicas aplicadas por los científicos consisten principalmente en determinar la alteración de la composición química de una cadena montañosa debido a las precipitaciones pluviales y de nieve.
Mediante el análisis de las cuencas sedimentarias de los Andes el grupo científico pudo determinar cuándo y a qué altura se depositaron esos sedimentos.
Ese registro de los cambios de altitud muestra que los Andes se elevaron de manera progresiva durante decenas de millones de años y luego, repentinamente, el macizo montañoso sufrió un brusco salto geológico entre hace 6 y 10 millones de años.
La teoría del nacimiento abrupto de los Andes, la segunda cadena montañosa del mundo después de los Himalayas, es confirmada por Gregory Hoke en un informe que publicará este mes la revista "Earth and Planetary Science Letters".
Más aún, Hoke indica que el violento proceso se manifestó en diversos fenómenos a una distancia de unos 500 kilómetros del macizo andino.
Entre esos fenómenos geológicos incluye erupciones volcánicas, erosión, acumulación sedimentaria y la formación de profundos cañones en las laderas de las montañas a medida que éstas brotaban desde la superficie.
Según los científicos, el estudio del nacimiento de los Andes es especialmente importante por cuanto la cadena montañosa regula en gran medida el clima de la región.
Por eso mismo, señalan, la historia de su nacimiento puede revelar muchos de los misterios del desarrollo ecológico de la región.
(EFE)
Esa afirmación, hecha por geólogos de la Universidad de Rochester, en Nueva York, se contrapone a la teoría que señala un nacimiento progresivo y a lo largo de muchos millones de años del macizo andino.
Ese "estallido de crecimiento" puede duplicar la altura de una montaña en un lapso tan corto en términos geológicos como de dos a cuatro millones de años, es decir, mucho más rápido que lo que sugiere la teoría sobre el engrosamiento de las capas tectónicas.
Esa teoría era la base para calcular la edad de un grupo de montañas a través de un estudio de su historia geológica, incluyendo sus fallas y repliegues.
Sobre la base de ese sistema, los científicos habían calculado que la Cordillera de los Andes nació hace unos 40 millones de años.
Sin embargo, según Carmala Garzione, profesora auxiliar de geología en Rochester, ahora será necesario modificar la teoría e incluir en ella el proceso llamado "delaminación".
Carzione y el profesor de geoquímica del Instituto Tecnológico de California, John Eiler, consideraron la "delaminación" para desarrollar nuevas técnicas y calcular la edad de una cadena montañosa.
La teoría de la "delaminación" indica que en vez de erosionarse lentamente, la raíz de una montaña se desprende y cae en el candente manto del interior del planeta.
Libre de ese peso, la montaña se yergue, y en el caso de Los Andes, ese levantamiento fue de unos 4.000 metros en menos de 4 millones de años.
Las nuevas técnicas aplicadas por los científicos consisten principalmente en determinar la alteración de la composición química de una cadena montañosa debido a las precipitaciones pluviales y de nieve.
Mediante el análisis de las cuencas sedimentarias de los Andes el grupo científico pudo determinar cuándo y a qué altura se depositaron esos sedimentos.
Ese registro de los cambios de altitud muestra que los Andes se elevaron de manera progresiva durante decenas de millones de años y luego, repentinamente, el macizo montañoso sufrió un brusco salto geológico entre hace 6 y 10 millones de años.
La teoría del nacimiento abrupto de los Andes, la segunda cadena montañosa del mundo después de los Himalayas, es confirmada por Gregory Hoke en un informe que publicará este mes la revista "Earth and Planetary Science Letters".
Más aún, Hoke indica que el violento proceso se manifestó en diversos fenómenos a una distancia de unos 500 kilómetros del macizo andino.
Entre esos fenómenos geológicos incluye erupciones volcánicas, erosión, acumulación sedimentaria y la formación de profundos cañones en las laderas de las montañas a medida que éstas brotaban desde la superficie.
Según los científicos, el estudio del nacimiento de los Andes es especialmente importante por cuanto la cadena montañosa regula en gran medida el clima de la región.
Por eso mismo, señalan, la historia de su nacimiento puede revelar muchos de los misterios del desarrollo ecológico de la región.
(EFE)
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