"Él (Calderón) dijo que Robinho no saldría de ningún modo del club, que no habría dinero para eso y Robinho le dijo: 'Presidente, yo no me quiero quedar. Prefiero vender pasteles en el mercado que quedarme aquí'. Él le dijo eso a Calderón", contó Ribeiro.
El jugador, que jugará con Brasil el partido por las eliminatorias suramericanas de clasificación para el Mundial de Sudáfrica 2010 ante Chile, en Santiago, celebró su traspaso al Manchester City, apuntó Ribeiro.
El agente admitió que el traspaso al Chelsea londinense también estaba casi concretado, pero "en el último minuto" surgió la oferta del Manchester City.
"Yo le dije a Robinho que era jugador del Chelsea y celebramos. Pero cuando llegamos a la sede del Real, la prensa preguntó sobre el negocio con el Manchester City. Yo les dije que no, pero quince minutos después Ángel Sánchez (directivo del Real) me preguntó que si Robinho jugaría en el Manchester City", relató el representante.
Ribeiro detalló: "yo le respondí (a Sánchez) que (Robinho) jugaría en cualquier lugar, menos en el Real Madrid" y el Chelsea, a pesar de la insistencia del director ejecutivo, Peter Kenyon, para efectuar el fichaje, no superó la oferta del Manchester City.
El empresario manifestó que lo que más incomodó a Robinho fue que el Real Madrid lo puso en una negociación con el Manchester United para contratar al portugués Cristiano Ronaldo, pero luego de que el astro mundial desistiera, el equipo "merengue" buscó de manera afanosa la renovación del contrato del brasileño.
"El orgullo de Robinho fue herido y no había entonces así dinero alguno para retenerlo", puntualizó Ribeiro.
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