El director de cine ceilanés Thushara Peiries ha emprendido un "ayuno hasta la muerte" para recuperar las copias de una película que estaba rodando en la India y cuya producción tuvo que suspender tras ser agredido por una enfurecida multitud molesta por su supuesto tono "antitamil".
Desde el hospital de Colombo donde se recupera de heridas en los ojos, la nariz y la espalda, Peiries aseguró a Efe por teléfono que no descansará hasta obtener las copias, que le fueron arrebatadas en la ciudad de Chennai, en el sur de la India, donde remataba el montaje de la versión en tamil de su filme.
"He dejado de comer y tampoco tomaré medicinas. Pido el retorno de mi película, que no está a favor del Gobierno ni tampoco de la guerrilla", dijo el director herido.
El asalto tuvo lugar el martes por la noche en los laboratorios Gemini de Chennai, cuando una turba de manifestantes –pertenecientes a una asociación local de técnicos de cine- comenzó a golpearle por entender que el film era crítico con el líder de la guerrilla tamil (LTTE) en Sri Lanka, Velupillai Prabhakaran.
Los manifestantes gritaron eslóganes contra Peiries, de 39 años, y le golpearon por haber producido una película "antitamil", una etnia minoritaria en Sri Lanka pero mayoritaria en la región india de Tamil Nadu, cuya capital es Chennai, en el sur del país.
"Mi película no va contra los tamiles. Sólo denuncia que, mientras los dirigentes de ambos bandos se niegan a negociar, es la gente pobre de las castas bajas la que lucha en los frentes", dijo el director.
Peiries se había desplazado a Chennai para poner a punto la versión tamil de la película, titulada "Prabhakaran", que refleja -dice- el drama de los niños soldados en un país asolado por más de dos décadas de guerra.
Tras desvanecerse debido a la paliza, los asaltantes le obligaron a encerrarse en los estudios hasta la llegada de la Policía, que esgrimiendo "razones de seguridad" lo deportó a Sri Lanka.
Las copias de "Prabhakaran" han quedado en poder de la Unión de Técnicos de Películas de Chennai, a la que pertenecían los atacantes, que han decidido verlas para asegurarse de que "no contienen pasajes ofensivos para la comunidad tamil".
"Ayunaré hasta que esas copias vuelvan a mi poder. Quiero mi película de vuelta. Yo no soy ni pro Gobierno ni pro Prabhakaran; mi militancia es el apoyo a las castas bajas", concluyó Peiries.
Los tamiles del sur de la India comparten rasgos culturales con sus homónimos del norte de Sri Lanka, que sufren desde hace décadas la guerra que enfrenta a los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) con el Ejército gubernamental.
Los "Tigres" tamiles luchan por la independencia del norte y el este de la isla del Índico, donde su etnia es mayoritaria, frente a la cingalesa, que predomina en el resto del estado.
EFE
Desde el hospital de Colombo donde se recupera de heridas en los ojos, la nariz y la espalda, Peiries aseguró a Efe por teléfono que no descansará hasta obtener las copias, que le fueron arrebatadas en la ciudad de Chennai, en el sur de la India, donde remataba el montaje de la versión en tamil de su filme.
"He dejado de comer y tampoco tomaré medicinas. Pido el retorno de mi película, que no está a favor del Gobierno ni tampoco de la guerrilla", dijo el director herido.
El asalto tuvo lugar el martes por la noche en los laboratorios Gemini de Chennai, cuando una turba de manifestantes –pertenecientes a una asociación local de técnicos de cine- comenzó a golpearle por entender que el film era crítico con el líder de la guerrilla tamil (LTTE) en Sri Lanka, Velupillai Prabhakaran.
Los manifestantes gritaron eslóganes contra Peiries, de 39 años, y le golpearon por haber producido una película "antitamil", una etnia minoritaria en Sri Lanka pero mayoritaria en la región india de Tamil Nadu, cuya capital es Chennai, en el sur del país.
"Mi película no va contra los tamiles. Sólo denuncia que, mientras los dirigentes de ambos bandos se niegan a negociar, es la gente pobre de las castas bajas la que lucha en los frentes", dijo el director.
Peiries se había desplazado a Chennai para poner a punto la versión tamil de la película, titulada "Prabhakaran", que refleja -dice- el drama de los niños soldados en un país asolado por más de dos décadas de guerra.
Tras desvanecerse debido a la paliza, los asaltantes le obligaron a encerrarse en los estudios hasta la llegada de la Policía, que esgrimiendo "razones de seguridad" lo deportó a Sri Lanka.
Las copias de "Prabhakaran" han quedado en poder de la Unión de Técnicos de Películas de Chennai, a la que pertenecían los atacantes, que han decidido verlas para asegurarse de que "no contienen pasajes ofensivos para la comunidad tamil".
"Ayunaré hasta que esas copias vuelvan a mi poder. Quiero mi película de vuelta. Yo no soy ni pro Gobierno ni pro Prabhakaran; mi militancia es el apoyo a las castas bajas", concluyó Peiries.
Los tamiles del sur de la India comparten rasgos culturales con sus homónimos del norte de Sri Lanka, que sufren desde hace décadas la guerra que enfrenta a los Tigres para la Liberación de la Patria Tamil (LTTE) con el Ejército gubernamental.
Los "Tigres" tamiles luchan por la independencia del norte y el este de la isla del Índico, donde su etnia es mayoritaria, frente a la cingalesa, que predomina en el resto del estado.
EFE
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